martes, 6 de diciembre de 2011

Experiencias: talleres clown con Virginia Imaz

“La risa es el único lenguaje en el que se expresan todos los pueblos de la tierra”  Charlie Rivel

Que descubrimiento el del Clown!!! A lo largo de estos últimos años he podido trabajar junto a Virginia Imaz en el desarrollo de muchos y diferentes talleres clown. Hemos trabajado clown y danza, clown y movimiento, clown y emociones, clown y género, clown y exclusión social, clown y objetos, clown y cuerpo habitado… La experiencia ha sido muy valiosa, interesante, sorprendente y también educativa.


La nariz roja ha sido todo en descubrimiento, la labor de Virginia como maestra y acompañante en este viaje ha sido un regalo. La idea básica era la siguiente. Juntábamos un grupo de 15 a 16 personas que provenían de diferentes experiencias de vida, algunas en procesos de inserción social, otras no. Todos los talleres eran muy divertidos, creativos, dinámicos y entretenidos, con una gran interactividad entre los participantes y entre estos y Virginia. La capacidad pedagógica de Virginia Imaz, su capacidad para conocer y comprender a las personas, para hacerles devoluciones, para facilitar que soltaran el clown que todas las personas llevamos dentro es mágica y es una parte imprescindible del trabajo.

De fondo, los talleres clown han sido tremendamente educativos. Educativos por la sabiduría de Virginia, por su forma de guiarte y acompañarte pero también porque el clown es, en sí mismo, un personaje educativo. Poder descubrir nuestras emociones y trabajarlas (solo esto ya es algo de un valor incalculable!!!), poder acercarnos a los temas relacionados con el género y trabajarlos, poder sentirnos excluidos y excluyentes y trabajarlo, descubrir nuevas formas de mirar y de mirarnos y hacer todo este trabajo a través de la risa, del humor, de la sensibilidad mágica del clown y de su sencillez ha sido algo impresionante.

Otros aspectos educativos tienen que ver con la creatividad que se puede desarrollar a través del personaje clown así como el hecho de que todas las personas son protagonistas de su propio proceso, de su propio crecimiento como clown y, con ello, de su propio crecimiento personal. Todo ello trufado de risas, sonrisas, aplausos, travesuras, invenciones, imaginación, juegos a dos, a tres, individualmente… Los talleres clown me han parecido una herramienta educativa novedosa y muy divertida, tanto que considero que el taller de “Clown y Emociones” y el de “Clown y Exclusión Social” debieran ser asignaturas obligatorias en la carrera de educación social de cualquier universidad.

Además, el clown es un personaje reconocible por todas las personas, con el que fácilmente se identifican, que lo adoptan con mucha facilidad y gran cariño. Y así, entre risas, son muchos los aspectos relacionados con hábitos, habilidades, emociones, actitudes que se pueden trabajar, siendo el clown un personaje que se puede adaptar al trabajo con personas de cualquier edad.


Breve comentario: Aunque pueda parecerlo clown y payaso no son lo mismo. El payaso es el arquetipo del ridículo universal mientras que el clown se interesa por sus propias obsesiones, es un trabajo mucho más interno que hace que el clown cambie con el tiempo ya que todos estamos cambiando permanentemente. De ahí también, su valor en todo el proceso de inserción social.

Referencias Virginia Imaz: http://www.cuentacuentos.eu/narradores/miembros/espana/Virginia%20Imaz.htm / http://www.dinamicateatral.com/pdf/imaz.pdf