jueves, 1 de noviembre de 2012

Barreras para usar el arte, la cultura y el ocio como herramienta para la inclusión social.



“Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero no miran” (José Saramago)

Existen diversas barreras que provocan que los educadores no usemos el arte, el ocio y la cultura como herramienta de inclusión, o que la usemos pero de manera muy parcial, viendo solo alguna de sus potencialidades. Algunas barreras son de tipo externo. La crisis, los recortes, la falta de recursos económicos, la falta de tiempo, la desinformación de lo que se está haciendo en el mundo de la cultura y de quienes lo están haciendo, el desconocimiento del idioma por parte de las personas con las que trabajamos… Pero otras, las más importantes para mi, son barreras que nosotros, como educadores y educadoras sociales, ponemos evitando sacar el máximo provecho de la cultura y el arte como herramienta de inclusión.

Y con barreras “internas” –las que ponemos los propios educadores y educadoras sociales- me refiero a falta de interés y de convicción en el arte, la cultura y el ocio como herramienta de inclusión social, en esa justificación de que lo social es muy delicado y que por cualquier cosa se puede “romper”, de lo poco que conocemos el arte y la cultura así como las personas que lo integran, de la falta de visión y creatividad para apostar por nuevas vías y nuevas herramientas que faciliten nuestra labor, de lo controlado que nos gusta tener todos los procesos educativos y de lo mucho que nos asusta aquello que no podemos controlar o que nos lleva a lo desconocido… Debe quedar claro que con este blog no me estoy refiriendo a todos los educadores y educadoras sociales, hay grandes y fantásticas excepciones… pero e gustaría que hubiera más...

Todavía me acuerdo de una chica que tenía grandes dificultades para controlar su ira y su rabia, aspecto que le generaba grandes dificultades en su día a día con familia, pareja, amistades... Todo el trabajo educativo iba encaminado a controlar esa ira, a ver esa ira como problema al que hay que buscar una solución. Sin embargo, a través de un taller clown, descubrió que la rabia era una emoción básica que todos tenemos lo que le ofreció una visión de la situación diferente a la que tenía, una visión de si misma diferente a la que tenía, una carga personal menor a la que tenía. Paso de ver un problema a ver una situación, de buscar soluciones a buscar respuestas. Dejo de juzgarse y aprendió a canalizar su rabia a través del clown que llevaba dentro. En un fin de semana recorrió un camino enorme y su inserción social es hoy una realidad. Esta experiencia fue clave en su proceso!!! Y como este hay mil ejemplos...


Reconozco que a mi también me asusta lo desconocido y que tuve muchas dudas al trabajar el arte, el ocio y la cultura como herramienta de inclusión. Seguramente por tener una visión muy reduccionista de lo que se podía conseguir a través de este camino, por mi propia experiencia personal al haber sido más un consumidor de arte, cultura y ocio que otra cosa, por no tener una reflexión personal de los aportes que estas herramientas habían realizado a mi propia vida –que sería yo sin el cine por ejemplo- pero merece la pena abrirse al cambio, merece la pena desde el momento que un trabajo bien hecho, serio, responsable, y bien preparado en todo lo que es arte, cultura y ocio produce bienestar, produce salud, produce buenas sensaciones, produce movimiento, produce crecimiento personal, produce desarrollo, produce libertad y creatividad, produce imaginación, produce respuestas a situaciones en vez de búsqueda de soluciones a problemas, produce una visión sin juicio, produce inserción y socialización… Merece la pena que bajemos las barreras, que nos acerquemos al mundo del arte, la cultura y el ocio desde el enorme potencial que nos ofrece, desde la curiosidad, desde la posibilidad de hacer cosas diferentes, desde la posibilidad de trabajar con artistas que ofrezcan nuevas rutas, nuevos caminos… las conexiones entre artistas y educadores sociales no son sólo probables y posibles, son muy necesarias, llenas de riquezas y matices, llenas de respuestas a situaciones...