sábado, 1 de febrero de 2014

Viajando por Colombia (recuerdos)...



En la introducción de “El Libro de los Abrazos” de Eduardo Galeano se dice lo siguiente: “Recordar -del latín recordis- significa volver a pasar por el corazón”. Tras unos meses desde mi regreso de Colombia siento la necesidad de escribir sobre este maravilloso país y sus gentes.
En Bogotá, a primera vista, todo resuena cercano, como si no hubieran pasado 8 años desde la última visita... La ciudad está con la calma del fin de semana, tranquila, animada, con la amabilidad de sus gentes y la música presente en todos los momentos. La gente es muy acogedora y siempre está sonriendo. Bogotá está llena de construcciones nuevas, en expansión, moderna, con muchas inversiones. Nada parece indicar que este país lleve más de 50 años de conflicto… tampoco las noticias que hablan mucho de la elección de una miss o del cercano partido de Colombia para poderse clasificar para el Mundial de Brasil… del conflicto poco o nada, ni siquiera de las conversaciones de paz. Da la sensación que los largos años de conflicto han provocado una cierta “normalización” del mismo por parte de la población. Parece que hubiera asumido que el conflicto forma parte de la normalidad de la vida. También da la sensación que al gobierno le interesa vender una imagen de Colombia moderna, en la que todo funciona bien y en la que el conflicto está invisibilizado, es menor o se está terminando…
Zona rural. Cambio radical. Ha sido llegar a una zona rural y subirse a un taxi para que las noticias hablen todo el tiempo del conflicto, de enfrentamientos, de secuestros, abusos, muertes, tráfico de drogas. En la radio y en las noticias no se habla de otra cosa. Seguro que estamos en el mismo país??? Cómo puede haber tanta diferencia??? Cómo puede estar tan invisibilizado en un sitio y tan visible en otro??? Hay algo que no cambia, sus gentes siguen siendo amables, acogedoras y sonrientes. Me siguen contagiando su alegría, su esperanza, su mirada positiva… pero el entorno ha cambiado por completo.
Da la sensación que Colombia es un país de dos velocidades, de contrastes profundos entre lo que se vive en las ciudades y lo que se vive en el campo. Una locura!!! No puedo olvidar que Colombia tiene más de cinco millones de personas desplazadas lo que supone el 10% de la población. Es el país con el mayor desplazamiento interno del mundo. En la zona rural, en el campo, el conflicto está presente en toda su crudeza.
Y pese a todo lo escrito hasta ahora, pese a lo oscuro que pueda parecer todo, pese al sufrimiento acumulado percibo en sus habitantes ganas, ilusión, fuerzas y esperanzas por salir adelante. Algo está cambiando, la gente empieza a levantar la voz, la gente ha comenzado a perder el miedo… y este paso es un gran paso!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario